Le sobran las sonrisas al buscapalabras,
al recién llegado, flamante poseedor de la alegría.
Camilo Milfuegos,
el de la vida corta y el futuro infinito,
perseguidor de rincones y sonidos,
vino a conocernos con un sol en la cabeza.
Amigo nuevo: acaso nos recuerdes
cuando el siglo empiece a desmayar.
Autor: Carlos Ferreira